Cada día desarrollamos una rutina exigente y desgastante: atendemos nuestras responsabilidades y afrontamos los retos de nuestros trabajo y nuestra familia. Somos, la mayor parte del tiempo, héroes por vivir y sobrevivir en un mar de compromisos y tratar de mantener un equilibrio entre todos nuestros contextos vitales. Sin embargo, y como ha sido reconocido por los estudiosos de fenómenos como es estrés, los momentos de "recuperación" personal son tan importantes como los compromisos laborales o sociales. En resumidas cuentas, se trata de generar espacios en nuestra rutina para "conectarnos" con nosotros mismos, recordar nuestros objetivos personales, renovar energías y evitar la confusión de vivir más afuera que dentro de nosotros.
Para la mayoría de manifestaciones religiosas y espirituales, éstos momentos de "reconexión" diaria están relacionados con pausas para recordar y renovar la fe y la esperanza, más allá, implica un regreso a la conciencia de trascender la rutina. Para otras personas, los momentos con la familia se contituyen en la batería emocional que renueva los motivos y llena de fuerza la cotidianidad, especialmente tras un día difícil. Hay quienes también disfrutan de una actividad alterna como el ejercicio físico o deportivo, así como las artes manuales o musicales.
Nuestra invitación para todos nuestros queridos lectores, es la de reflexionar sobre los espacios diarios de los cuales pueden obtener su energía emocional, ya sea por las prácticas espirituales, el contacto social o artístico. Todos son momentos válidos por los efectos saludables que generan en cada uno de nosotros, pues nos conectan con lo que nos resulta importante en la vida y nos saca del simple "hacer por hacer".
Un saludo y los mejores deseos para todos...Sergio Martínez
Psicólogo Consultor
Psicólogo Consultor
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