lunes, 9 de agosto de 2010

Cuando “meten las de caminar”...

Frente al Espejo: "Ahora que voy a ser Papá o Mamá..."

Reflexiones sobre los cambios que conlleva la paternidad/maternidad en jóvenes

Durante las últimas semanas hemos conversado sobre el primer impacto que genera la noticia de ser padres, también sobre cómo transmitir la noticia a las familias y seleccionar a las personas que habrán de acompañarnos en éste largo viaje... Hoy tendremos la oportunidad de reflexionar sobre un tema que en apariencia, no es muy relevante, pero que en realidad genera gran parte de las inseguridades e insatisfacciones de los jóvenes que deciden afrontar su nueva condición como padres: ¿Cómo podemos "aceptarnos" como padres jóvenes?, ¿Cómo enfrentar los rótulos y estereotipos que tiene la sociedad frente a los y las adolescentes que se encaminan a ser padres?

Bien, la famosa letra escarlata que portaban las mujeres adúlteras en las comunidades puritanas del siglo XVIII parece haber desaparecido junto con los castigos o muchas otras formas directas de discriminación, sin embargo, han dejado otras formas mucho más sutiles de rechazo social que involucran el aislamiento, la negación de oportunidades o el escarnio y por ende, la agudización de las dificultades para mejorar la calidad de vida a pesar de lo temible de las circunstancias.

Veámoslo en un caso concreto: Ella, una jovencita de quince años, se para todas las mañanas frente al espejo y observa cómo, día tras día, su abdomen adquiere la forma redondeada de una vida en gestación; suspira con algo de arrepentimiento y se cubre con un uniforme escolar para enfrentar a su familia, su barrio, su colegio y sus amigos... Para ella es realmente difícil entender a su hijo como una razón para vivir cuando el mundo que conoce le repite directa o indirectamente que es un error del cual tendrá que purgar condena eterna, o al menos mientras esté viva...

Aquí viene entonces el "quid" del asunto: La sexualidad y el erotismo rodean a nuestros hijos como una plantación de manzanos a una pareja de Adán y Eva hambrientos, pero cuando comen del fruto prohibido el Paraíso se hace un infierno y los despojamos de toda esperanza de redención... es obvio que soluciones facilistas como el aborto sean las primeras que se buscan ante la desesperanzadora visión de ser padres o madres...

Bien, pues lo primero que ha de encontrar (no sólo buscar) un futuro padre o madre joven es APOYO y refugio. Así como habrá contradictores y jueces de sus circunstancias también necesitará contrastar el acoso de su rechazo por medio de personas que le muestren el lado positivo de su embarazo (ahora, si no le vemos nada bueno al milagro de gestar y generar Vida es mejor que paremos de leer y nos dediquemos a otra actividad, porque nunca podremos entendernos).

Sigamos... cuando un adolescente siente el respaldo de quienes le rodean puede alcanzar la fortaleza para enfrentar su embarazo y paternidad con mayor responsabilidad que si se rodea de detractores. Por lo que le será más fácil aceptarse como padre y entender que su vida cambió, y cambió para bien y para siempre... Adicionalmente la vida en camino percibirá que es bien recibida, con la ya conocidas ventajas que ésto supone a futuro...

A propósito, ¿nuestra sociedad se está colmando con una generación de niños no deseados?, ¿pequeños inocentes que poco saben de la "culpa" que cargan sus padres por ser tan irresponsables como se los permitimos?"... ésto da para un estudio más profundo, sin lugar a dudas... y una tristeza social mucho más honda.

Bien, hablando de lo positivo, reconocerse como padre o madre adolescente es entender que no se es un bicho raro o un criminal de los peores, sólo alguien más que se enfrentará el resto de su vida a la más loca y más absurda de las aventuras para un ser humano... SER PAPÁ O MAMÁ.

Para nuestros adolescentes y jóvenes el mensaje es claro: Párese derecho frente al espejo, mire su abdomen y contemple con temor o incertidumbre, el gran milagro que le dará la mayor de las razones para terminar de estudiar, buscar un buen trabajo y continuar adelante con sus sueños... ahora sepa que millares de personas tratan de buscar ésa razón y nunca la encuentran... Ahora puede escoger entre seguir viendo a su hijo/a como un error o como el "gran motor" que le permitirá vivir realmente... usted escoge.

Ah! recuerde que la gente siempre dirá lo que quiera... no importa cuán rico, sabio o famoso sea usted, siempre tendrá algún defecto del que se servirán para señalarlo.

Importante: No somos alcahuetas, sólo ofrecemos una visión alterna a lo que todos piensan o dicen. Hablemos... envíenos sus dudas o déjenos su comentario a éste artículo.

viernes, 23 de julio de 2010

Cuentos chiquitos para gente “Grande”

Sólo un ratico con Irma


¡PILAS! Los nombres de ésta narración son elegidos al azar por el autor, los eventos obedecen a la mera experiencia de estar vivo… cualquier coincidencia con la realidad debe ser dirigida a la conciencia del lector.


Aquí vamos… dijo él mientras tomaba un profundo suspiro y el hielo del cobarde pánico se espacia en su pecho rápidamente. Yo, bueno, hace algún tiempo, cuando… te acuerdas de Irma… y las palabras se enredaban en su lengua tanto como en su cabeza. Ella permanecía atenta, esperando algo, cualquier cosa, desde lo más trivial hasta lo más profundo, cualquier pendejada menos una confesión de infidelidad.


Es que yo – siguió él-, bueno sin culpa, ésa vez que te acuerdas que Irma se quedó en mi casa y que tú estabas en donde tus abuelos… y entonces una nube negra en el rostro de ella, con cuanta emoción negativa puede contener el alma humana, inundó su mirada y la puso a temblar más de ira que de dolor.


Es que estábamos mal, ¿te acuerdas?, tú dijiste que te ibas ésos días con tus abuelos y que nos tomábamos un tiempo para pensar y yo… y yo con Irma… y es que… mierda yo… fue entonces cuando el dolor de ella, se materializó en un par de lágrimas que parecían hervir al pasar por las mejillas al rojo vivo. Apretó los labios y se quedó callada mientras guardaba el celular y la agenda en el bolso, cerró la cremallera y salió del café casi corriendo. A él le temblaban las piernas y por unos pocos segundos, que parecieron muchos, pensó en si debía salir corriendo detrás a buscarla… una risita estúpida lo invadió por el miedo que sentía hormigueando en todo el cuerpo y brincó para buscarla, la alcanzó a menos de una cuadra, pero como sabía que no era del tipo de persona que hace escándalos en la calle, se arriesgó a cogerla por el brazo sin medir su fuerza. Entonces ella simplemente se volvió mierda. Allí delante de él y la gente que pasaba sin querer involucrarse más allá de la curiosidad, ella se descompuso en sus partes más elementales: llorando como una niña y se le iba el aire. La culpa fue tan brutal al verla así, al ver las consecuencias de sus actos, que él quiso remediar algo de la falta con la primera guevonada que se le ocurrió: Ven, mira, ¿te quieres sentar?, respira… no te pongas así…


Fue cuando estalló un fenómeno absolutamente natural, más destructivo que cualquier supervolcán y maremoto. No sea (…) Gonzalo –gritó ella de una manera tan desgarradora que la onda expansiva hizo estremecer los corazones a treinta metros a la redonda-, ¿por qué me hace esto ah?, ¡No me toque!, gritó finalmente con ira. Él se había llevado las manos a la cabeza como cuando un futbolista pierde la Copa del Mundo en un fallido tiro penal. El conductor de una buseta estaba morbosamente petrificado viendo la escena, hasta que él le dirigió una mirada tan violenta que lo hizo desistir.


Cuando volvió a mirarla, encontró que ya no inspiraba lástima porque el rostro de niña violentada se había transformado en una máscara deformada por la rabia. Estaba roja como un tomate y tenía apretados los dientes. En efecto le daba miedo. Le dijo que se “abriera”, que nunca más quería volver a verlo y luego una cantidad de cosas sobre “la perra ésa” que él no terminó de entender.


El tiempo pasó, las cosas con Irma nunca evolucionaron y por Dios podría jurar que lo intentó para no quedarse con las manos vacías. Como no era el tipo de hombre que lloraba, Gonzalo sólo se arrepentía en silencio. Ella no volvió a permitir que se cruzara en su camino y dolorosamente desapareció. Por su lado, él dejó de ser un ex novio para convertirse en un recuerdo doloroso primero, y aburrido después. Nadie puede saber qué sacaron de “bueno” los implicados en ésta historia: Gonzalo tuvo evidencia concreta sobre su poder para enredarse con cualquier mujer y apostarle a la infidelidad; su ex novia dejó de confiar en los hombres durante algún tiempo, pero luego se enamoró otra vez y le fue mejor; de Irma casi nadie se acuerda y menos aún se preguntan por ella. Algo si queda claro, el conductor de la buseta llegó aquella noche a su casa y por intuición básica abrazó a su mujer como no lo hacía en años y miró a sus hijos con ojos de gratitud.


Moraleja: Apuéstele a lo que quiera, juegue como quiera, pero a veces en ésta mesa nadie gana hasta que se da cuenta de lo que perdió...


No sea tímido, déjenos su comentario o cuéntenos su opinión en solucionesinteraccion@gmail.com

lunes, 19 de julio de 2010

“Una vez el ojo afuera…”


Estrategias para afrontar el embarazo en adolescentes y la paternidad a edades tempranas

Parte III


Continuamos con la serie de artículos relacionados con el embarazo en adolescentes, una posibilidad REAL en las familias actuales. En nuestro primer artículo hablábamos de la actitud más favorable que como adultos podíamos adoptar para enfrentar éste fenómeno social; en el segundo texto, mencionábamos algunas recomendaciones básicas para enfrentar la noticia de un embarazo joven o inesperado.


Hoy trataremos el difícil tema de enfrentarse a las familias y el entorno como futuro padre o madre joven. Después de llorar, arrepentirse, culpar a otros y rogar por perdón, llegará el momento de enfrentar a la familia y el mundo en su nueva circunstancia.


Empezaremos hablando de algunas estrategias a tener en cuenta para transmitir la noticia a los padres y las familias.


1º Conozca su situación real: Como adolescente y futuro padre o madre, usted necesita saber con quién cuenta y hasta qué punto cuenta con quienes le rodean. Por ejemplo, si su pareja no desea apoyarle y hacerse cargo de su responsabilidad, ¿se imagina rogando por atención el resto de su vida?, es el momento de decidir quién le habrá de acompañar…


2º Evite los riesgos, no las responsabilidades: Si informar a sus padres o los de su pareja puede ponerle en serio peligro, es saludable que se tome un tiempo (no demasiado) para planear una forma más adecuada. Sea como sea, las familias habrán de enterarse y preferirán hacerlo por ustedes mismos, no por otras personas. Acuda a terceros para que le acompañen.


3º Ya que sabe del “problema”, genere soluciones: La forma en la cual se presenta ante sus padres o su familia determinará el cómo lo tomarán, es decir, si usted llega con una actitud irresponsable, con las manos vacías y cara de “yo no fui”, no se lo tomarán en serio y todo podrá tornarse en una catástrofe. Pero si se presenta con humildad y soluciones reales, como buscar un trabajo o proponer alternativas para atender su nueva responsabilidad, es posible que el mal momento pase más rápido.


4º Hable primero con la cabeza, luego con el corazón: Sea concreto, diciendo las cosas como son, usted ha iniciado su vida sexual y el embarazo es una de las consecuencias, ahora está dispuesto a asumirlas, punto. Deje que los demás se expresen y luego hable de lo que siente.


5º Si se ponen bravos, no se asombre: Es obvio que sus padres o su familia se sientan mal por la noticia, así que no espere que lo tomen a la ligera o guarden silencio; permita que expresen sus emociones aunque las cosas que digan sean horribles… usted ya tuvo su tiempo para enfrentar la noticia y ponerse “mal”, permita que ellos tengan su tiempo. Y por favor, recuerde que cualquier respuesta agresiva será entendida como una demostración de “descaro”.


6º Pórtese bien: Ahora tiene dos opciones, puede aumentar sus dificultades o solucionarlas poco a poco. Si escoge la primera los resultados serán terribles, pero si tiene paciencia y enfrenta sus circunstancias con valentía, se dará cuenta que el mal humor pasa y los problemas (aunque no terminen de llegar) serán solucionados.


Es cierto que estas recomendaciones no son fórmulas mágicas para enfrentar un embarazo inesperado, de hecho, desconfíe de las soluciones y concejos ligeros, por lo que sugerimos buscar ayuda para prepararse y transmitir la noticia con calma y seguridad.

Sólo nos resta reiterar nuestra disponibilidad para orientarle mejor en el nuevo camino de ser padre joven…


P.D. Tiene en sus manos la oportunidad de apoyar a alguien que tal vez lo necesite, si conoce a un adolescente o joven que esté enfrentando un embarazo inesperado no dude en transmitirle ésta información… se sorprendería de cuánto podría ayudar.


Sergio Martínez

Psicólogo Consultor

320 3156217

solucionesinteraccion@gmail.com

martes, 6 de julio de 2010

“Una vez el ojo afuera…”



Estrategias para afrontar el embarazo en adolescentes y la paternidad a edades tempranas

Parte II


Enfrentándose a la noticia…


Imagine que su vida es una embarcación que habitualmente navega en aguas tranquilas, bien, pues agárrese de lo que pueda y con todas sus fuerzas, porque ser padre o madre joven será un sacudón que podrá poner su barco de cabeza y amenazar con hundirlo… el resultado depende en gran medida de lo que haga ahora, cuando la tormenta está cerca.


Cuando se es adolescente y se recibe la noticia de un embarazo (casi siempre no planeado), el mundo simplemente se viene abajo. Pueden más el pánico y la confusión del primer impacto que cualquier tipo de razonamiento, y es en éste preciso momento en el que se toman las decisiones más trascendentales y en muchos casos, las más desafortunadas.


Si bien hemos conocido parejas y familias para las que la noticia de un embarazo genera una gran conmoción, debemos dejar claro que en el caso de los adolescentes la nueva condición de padres resulta mucho más estresante, debido a la escasa preparación con la que cuentan: viven con sus padres o dependen en todo sentido de un adulto, no cuentan con ingresos económicos estables y su nivel de autonomía es bajo; es decir y como piensa la mayoría, “si no pueden cuidar de ellos mismos, mucho menos pueden cuidar de otro”. Así que dejemos claro desde ahora que ser padre joven –muy joven-, no se trata sólo de garantizar las condiciones de quien viene en camino, sino de “demostrar” que se es “apto” para asumir una responsabilidad tan grande.


Así que nuestras primeras recomendaciones para los padres jóvenes o sorprendidos, que se encuentran “choqueados” por la noticia, son básicas para enfrentar ésta etapa de la mejor manera:


- No se quede solo o sola: En éste momento es completamente cierto que la soledad es mala consejera, busque el apoyo de quienes realmente le apoyen, ya sean miembros de su familia o cercanos, lo importante es que sea(n) persona(s) de confianza y con un poquito de sabiduría.

Advertencia: Aquí se conocen los verdaderos amigos y no todo el que le dice que lo quiere sabe lo que significan sus palabras, así que escoja con calma a quienes habrán de acompañarle en ésta nueva etapa. Por otro lado, es bueno aceptar que NADIE, por muy cercano que sea, podrá vivir su vida ni asumir sus decisiones.


- Asuma: Suena muy fácil pero en realidad es lo más difícil y al mismo tiempo lo más gratificante, si enfrenta desde ya al miedo (o mejor, al pánico) que le causan las consecuencias de sus decisiones ganará tiempo y tranquilidad. Y tiene toda la razón cuando piensa que ésta situación cambiará su vida para siempre, pero después de los malos momentos vendrán otros mejores que aún ni se imagina. Además, le aseguramos que descubrirá a lo largo del nuevo camino como papá o mamá que usted puede hacer cosas que ahora ni sospecha.


- “Arrepentirse es una pérdida de tiempo”: Entre menos tiempo se tarde en culparse, castigarse, buscar excusas o culpar a otros, más rápido podrá enfrentar ésta situación de una manera efectiva. Así que deje de “darse palo” o discutir, pues tiene todo el derecho a sentirse angustiado, pero también tiene el deber de enfrentar la angustia. Además, el arrepentimiento en estas situaciones lo único que hace es distraerlo o distraerla de lo realmente importante: prepararse para la nueva vida que llegará.


Recuerde que siempre hay opciones, si a pesar de intentar lo anterior no logra resultados estaremos dispuestos a apoyarle… escríbanos o busque apoyo por otros medios pero por favor, no pierda la esperanza en que todo lo “malo” pasa.


En nuestro tercer artículo hablaremos sobre cómo transmitir la noticia a la(s) familia(s) y cómo enfrentar al entorno (colegio, amigos y los demás).


Sergio Martínez

Psicólogo Consultor (y padre de familia)

320 3156217

solucionesinteraccion@gmail.com

miércoles, 30 de junio de 2010

Cuando “meten las de caminar”...

Estrategias para afrontar el embarazo en adolescentes y la paternidad a edades tempranas
Parte I
Agradeciendo a una de nuestras clientes por su confianza y autorización para mencionar parte de su situación personal, nos proponemos abordar, en una serie de entregas, un tema que sin duda alguna, genera polémica en nuestra sociedad y un efecto transformador en la más elemental de sus células: la familia. Y es que de prevención y planificación se ha hablado bastante, mientras nuestros adolescentes parecen encontrarse sobrecapacitados o mejor, saturados de información sobre sexualidad, sin que se trascienda realmente al plano de la formación y demás habilidades para afrontar su dimensión afectiva de manera constructiva. Al respecto, vienen las principales críticas que se le han formulado al Sistema de Educación Sexual desarrollado no sólo en nuestro país, sino en América Latina y demás regiones del tercer mundo: ¿Por qué si saben cómo protegerse, nuestros jóvenes siguen siendo víctimas de enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados?, es decir, ¿Por qué si se les ha hablado, siguen “metiendo las de caminar”?

Partiremos en ésta primera entrega de éste punto: ¿La sexualidad (afectividad en un sentido más amplio) de nuestros adolescentes, se convierte en un problema?, de ser así ¿es un problema para quién, para ellos o para nosotros los adultos?, y cuando el problema se materializa por medio de un embarazo ¿cómo abordamos la nueva situación?

Bien, diremos que para abordar desde el principio toda la marejada de preguntas y respuestas sobre éste tema, hace falta una actitud realmente “madura” por parte de los padres, educadores y autoridades; es un hecho que las viejas herramientas como la evasión, el silencio o la indiferencia resultan obsoletas actualmente pues, en un entorno gobernado por la comercialización de la sexualidad y la consecuente erotización de todo (hay que ponerle sensualidad hasta para vender un cepillo de dientes), guardar silencio es quedar en desventaja ante la presión de los medios y el entorno… a propósito, ¿ha escuchado con detenimiento los mensajes claros y directos que componen la música que escuchan sus hijos?. Queda claro que lo que no se les dice en casa o colegio, lo escucharan de manera distorsionada en otra parte…

Así que como dice el adagio popular, es preferible “ponernos colorados un ratico antes que verdes el resto de la vida” y empezar a afrontar con madurez y sin tapujos una realidad que los expertos de mercadeo ya
manejan sin problemas: Nuestros adolescentes son seres sexuados, de carne y hueso, reales y con necesidades de satisfacer preguntas antes que deseos.

Advertencia: Éste es un asunto de equilibrio, no se trata de afrontar con crudeza ni agresividad el tema de la sexualidad, ni de ser permisivos con un leguaje vulgar o ser burdos y grotescos. Es un punto medio donde hemos de reconocer que la sexualidad no es la única ni la más importante dimensión de vida de un ser humano, pero que existe y hace parte de una vida saludable.

Entonces, una vez aclarados éstos puntos podemos abordar de manera efectiva y práctica la gran posibilidad de un adolescente sexualmente activo y eventualmente, un embarazo joven. Doña Cecilia, nuestra consultante (el nombre se ha cambiado a su solicitud), mostraba la misma reacción que muchos padres muestran ante éste tema: negaba con la cabeza y se resistía de corazón a pensar siquiera que su hija, una niña apenas unos años atrás, tenía una vida sexual activa muy a pesar de los estrictos controles que le prodigaban en casa. Es más, estaba dispuesta a apostar lo que fuera a que su niña nunca, pero nunca jamás, había tenido la más mínima idea sobre sexo o cualquiera de los temas relacionados. Tristemente para ésta madre, la engañada era ella, y no tanto por su hija, quien inició su vida sexual a escondidas, llena de temores y verdades a medias, sino por ella misma ya que al negarse a ésta posibilidad, quedó ciega ante la realidad… y pensó que todo estaba bien. Ahora, con los resultados de los exámenes de Laboratorio en una mano y una bolita de pañuelos empapados en lágrimas en la otra, doña Ceci enfrenta el arduo camino de prepararse para ser abuela. Es entonces donde entra el Psicólogo y el trabajo que juntos, con mucho esfuerzo y dedicación habrán de adelantar para reorganizar la familia y continuar adelante.
Sergio Martínez, Psicólogo Consultor
solucionesinteraccion@gmail.com